viernes, 26 de julio de 2013

Carmen de nuevo

 Hoy viajaba tranquilo en el metro, casi inmutable como siempre. Me importa poco lo que ocurre a mi alrededor y sólo escucho mi música, no suelo fijarme en la gente. Sentí un golpe extraño en la espalda, pensé que estaba muy lleno el carro y que era normal. No volteé. Me golpearon nuevamente y, decidido a sacarle la conch, volteé y eras tú. La tierna y dulce Carmencita, con sus botitas de peluche y su casaca marrón de cuerina. Te saludé como si nada me importara, y me saqué los audífonos. Te pusiste a mi lado y soltaste un debilucho "¿Y como estás?". "Bien" te dije, aunque estaba mal, aunque sigo mal. 

 Cojudamente saqué de la mochila un encendedor y te lo mostré. "Aún lo conservo, jejeje" con mi típica cara de imbécil que me sale cuando te veo. Me miraste como extrañada y pensativa, te pregunté si podía darte un abrazo y pusiste tu cabeza en mi codo (soy muy alto para ti, ya todos lo saben) y así, fueron tres minutos de felicidad hasta que te llamaron y contestaste con un "aló mi amor, si acá en el metro, no, pucha tarde como siempre, bla bla bla bonis lindis te amo si wuuhuuu cuidate besito mua mua mua" y me miraste y me sonreíste, "ay este se preocupa mucho por mi, jujuju". Chatumare, dije en mi mente. Y seguí abrazándote. Pasamos barranco, pasamos miraflores. Te fuiste y me dijiste que me cuide y que esté bien. Te lo dije y me hiciste prometerlo. Te lo prometí. 

 

 

 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Después de mucho ya te puedo ver a los ojos


 Carmencita, qué linda te vi hoy. Pasaba por la avenida del ejército con rumbo a la universidad y de pronto en un semáforo en rojo te vi ahí, parada. No estabas sola, ctm. Tenías a un huevón agarrándote de la cintura bien fuerte como diciendo "esto es mío" y mirando para todos lados, como asegurándose que nadie más te miraba. Pero yo te vi, y como diría Becquer, hoy te vi y tus ojos me han mirado. Tus ojazos de huevo me han mirado, Carmencita. 

 Hacía bastante que no te tenía tan cerca, creo que desde que fuimos a ese hotel a no hacer ni mierda más que dormir y ver The big bang theory (el más carepalo). Te confieso que me dolió verte con otro cojudo, me dolió porque recién han pasado dos meses desde que me dijiste "te quiero, pero no como para estar" -Ah, espera... recién entiendo. Nunca me quisiste- Y es que un corazón enamorado así como el mío jamás pierde las esperanzas. El más huevón soy yo, Carmen, el más huevón. 

 ¿Te acuerdas de aquella vez que te llevé a ver a los avengers? Me acuerdo que accedí a comprar esas entradas porque pusiste una carita a la que no se le puede decir que no. Aunque creo que lo único que realmente querías era verle el culo al capitán américa y yo sólo quería aprovechar que te tenía a oscuras para tocarte la pierna y chaparte cada vez que pasaba algo aburrido. Supongo que ya no estoy en posición de pedirte una cita como aquellas, yo ya no soy tu amigo especial, ni tu amigo con derecho a paletazo. Pero, putamadre Carmen, cómo te sigo queriendo. 

 Sé que me lees, sé que siempre estás pendiente de mí cada vez que pongo un estado emo en el facebook. Si lees esto, solo quiero que sepas que siempre estoy pensando en ti. Que te quiero por siempre. Pero, también quiero que sepas que si vuelves, tendré que darte la espalda. Por mi bien. 

domingo, 10 de febrero de 2013

Carta para Carmen


Hola,
¿Te acuerdas de mí? Soy ese mismo chibolo que conociste hace años por el Hi5, que no conocías en persona pero tratabas como un amigo de confianza. Soy el mismo con el que hablabas todos los días por messenger, ese chibolo que no te dejaba hacer tarea en el colegio porque te llamaba en plena clase; el que escapaba de las suyas para llamarte al movistar, soy el que veía todas tus fotos y comentaba todos tus estados. Soy el mismo de hace seis años.

 Soy el que te contaba de su enamorada, el que te llamaba cuando estabas con el tuyo, y provocaba en él celos asesinos. Eres la que provocaba los mismos celos en mi chica también. Soy yo, el que por messenger leía tus historias de amor adolescente a cualquier hora de la madrugada, cuando me contabas que estabas con la compu prendida, pero a oscuras en tu cuarto porque a tu papá no le gustaba que te acuestes tarde. Soy el que a los quince años te pasaba canciones de bandas metal, cuando tú tenías en tu perfil a Zion y Lenox. Como haz cambiado, ahora al menos escuchas otra cosa. Siempre supe que la gente cambia, pero tú evolucionaste

 No sé si te acuerdas, pero soy el chico que jamás ponía la web cam, porque no quería que me vieras ¿recuerdas cuando la ponías tú? era alucinante verte, e imaginar el día en que te viera en persona, pasarme horas pensando si serías igual de cague de risa o si serías tímida, qué se yo... si al verte te daría un beso, un abrazo, no sé. En ese momento daba igual, todo daba igual en nuestra chibolada.

 ¿Recuerdas las llamadas? ¿Te acuerdas de qué hablábamos? yo no mucho, no tengo tan buena memoria, ya pasaron seis años, y nuestros temas de conversación asumo que han cambiado. Ya son seis años desde que te conozco, y solo dos desde que te vi finalmente en persona. Cuatro veces me hiciste ir a un punto de la ciudad por las huevas a supuestamente encontrarnos, jamás llegaste. La quinta tuvo que ser la vencida, en el 2010. Recuerdo el abrazo, y las conversaciones previas a ese día, donde dijimos que nos besaríamos, y aunque nunca nos besamos, el abrazo lo fue todo. Me encantó verte en persona, no te lo dije, pero me encantó. Estabas graciosa con tu chompa rosada, y definitivamente eras más enana en persona, más enana y más cague de risa que en cualquier conversación por messenger. 

 Pasó mucho tiempo más para que empecemos a vernos más seguido. Una vez te llevé a mi casa, te presenté a mi familia, vimos películas abrazados y fue lo máximo. Recuerdo que tuve una enamorada, y te conté que por primera vez lo había hecho con ella. Recuerdo tu reacción, pero recuerdo también que a los meses me dijiste que también habías acabado de experimentar tu primera vez, así que supuse que quedamos a mano. Igual esas dos relaciones acabarían pronto; bueno, la mía antes que la tuya. De todas maneras sabes que siempre quise hacerlo contigo, aunque me alegra que no vaya a ser nuestra primera vez, porque desgraciadamente aún no ha pasado nada entre nosotros. Qué chiquitos éramos y míranos ahora, Carmen, cuánto hemos crecido, experimentado, llorado y cantado. ¿Te acuerdas todavía cuando nos besamos en mi casa? sé que fui algo brusco, metí la mano por donde no debía y me pusiste el codo para no seguir subiendo a tus senos. Encima fui el rey de la conchudez pidiéndote que saques ese codo de mierda y me dejes seguir tocando. Te cagaste de risa y me dejaste de besar, y seguimos viendo la película. Luego la otra vez, y la otra vez, y la otra vez. Siempre nos besábamos en mi casa y terminábamos pegados en alguna pared, tirados en algún mueble o subidos en alguna mesa. Pero nunca nada más. Nunca me permitiste nada más.

 Mira cuántos años han pasado, siempre te pedí que seas mi enamorada, nunca me aceptaste porque... bueno, tus razones habrás tenido, pero jamás me diste un argumento realmente válido para dejar de joderte con lo mismo año tras año. Mírame ahora, voy a cumplir veinticinco en pocos meses, y cuando éramos los reyes del Hi5 no llegábamos ni a los dieciséis. Mírame ahora, Carmen, mírame ahora y dime si nunca te gusté siquiera un poco, si nunca pensaste en mí y deseaste tanto estar conmigo. Dime si me quieres ahora, por favor dime si valió la pena esperar tanto tiempo. 

 Hoy te escribí nuevamente, te pedí que fueras mi enamorada. Me respondiste preguntándome por qué seguía insistiendo, y te respondí que seguía enamorado de ti. Me respondiste con un "jajaja" y me pediste que nos veamos, y aquí estamos, frente a frente, en un cuarto de hotel. Sorry si estoy con la laptop, finjo escribirle un correo "urgente" a mi jefe. Veo cómo te vas sacando la casaca, los zapatos y prendes la tele. Dejo la laptop a un lado, subo gateando a la cama, despacio. Me miras entre sorprendida y nerviosa, me subo en ti, te beso y te pido que apagues la tele. La apagas, todo está oscuro ahora, me desabrochas la camisa, yo te desabrocho la blusa rosada de flores. Tus senos, por fin pude tocar tus senos, son suaves, son perfectos. Tus manos están calientes, demasiado calientes para creer que estamos en pleno invierno. Tus latidos se escuchan hasta el otro cuarto, Carmen, estás nerviosa, ¿no? te digo que lo hagamos, que recuperemos el tiempo perdido, pero... despacio en el oído me dices algo que me deja idiota: "Soy virgen, Joaquín, era mentira lo que te conté de mi enamorado, lo dije por celos" y empiezas a llorar...

 Son las ocho y media de la mañana, nuevamente yo con mi laptop en la mesita del cuarto de hotel, viéndote dormir y terminando de escribir esta entrada. Pareces un ángel, intocable, tan intocable que ni yo pude tocarte en toda la noche. 

viernes, 4 de enero de 2013

A la mierda lo demás.



Leusemia - A la Mierda lo Demás - 1995

Disco que marca el retorno de Leusemia luego de 10 años
Asesinando el mito

En Enero de 1995, Leusemia vuelve a los escenarios. A mediados de aquel mítico año, Iván Alegría, más conocido en el ambiente subterráneo como el Coyote, decide grabarles a Leusemia un CD, bajo una pequeña productora independiente que él mismo formó: Huasipungo Producciones. El Coyote no pierde tiempo y los mete en uno de los mejores estudios del país: Mix & Master, en donde harán uno de los discos más vendidos en toda la historia del circuitounderground: “A la Mierda lo Demás - Asesinando al mito” , un disco con una duración desmesurada (70 minutos) y una producción tan sucia y conchuda como ellos. En mi opinión, el mejor disco de Leusemia de todos los tiempos, antes de que esta banda se convirtiera en lo que es hoy en día.

Las canciones que se escogieron para este compacto fueron: “Introducción”, “Por la senda del Pastel”, “Al Ramerío!”, “7 Años sobre un Sueño”, “Cuando las bocas se cierran”, “La Karacola Subterránea”, “Eskethu Sorián, el sionista ke no puso más”, “Por los caminos del alcohol”, “Al colegio no voy más”, “Demolición”, “Barras Malditas-el canto tribuno”, “El asesino de la ilusión”, “Outroducción” y un par de remakes: “Un Lugar” y “Oirán tu Voz”, ambas del primer disco. Junto con todo esto se incluyó un Bonus Track, la parte de un concierto, de casi veinte minutos, donde se aprecia a Leusemia en directo.


Fácilmente este pudo haber sido un álbum doble, teniendo en cuenta que los discos ‘normales’ tenían una duración que iba entre los 30, 35 o 40 minutos. Pero el ‘álbum doble’ llegaría un poco después.

La Reedición 2002 - De Rockopolis por Diana Pando :

En el año 2002, Kimba Vilis se pone al mando de lo que luego se conocería como la re-edición de “A la mierda lo demás”, esta vez el hermano menor del F, toma el papel de productor y editor de la obra maestra. La distribución estuvo a cargo de GJ records y resultó toda una buena idea ya que éste pudo ser adquirido por la nueva bandada de jóvenes que recién conocían el sonido leusémico y que difícilmente encontrarían el disco en su primera edición, pues ya estaba casi agotado.

La segunda edición del disco no perdió ni sumó un gramo de sonido ni de exposición, más bien hizo a Leusemia merecedor de un don que muchas otras bandas no pueden conseguir, como es el de reeditar un disco y tener la misma acogida que tuvo este álbum en su formato de 1995. Por ello “A la mierda lo demás”, realmente sí asesinó al mito y cambió la esfera de lo que actualmente llamamos rock peruano.